Nuestra fe de masón franco se basa en un ejemplo de templo inexistente y desaparecido. Debemos rehacerlo, nacer en nosotros. Nuestras jóvenes generaciones esperan la emergencia y el despliegue de esta voluntad y de esta fuerza de vida que nos viene de un pasado olvidado.
Hoy, los Talleres se hace lo que son, bajo la conducta (conducto) de la confraternidad universal que nos ata (vincula). Vamos a hacer lo que debemos y que sea lo que Dios quiera.
Hoy, ningún gran dueño puede ser digno de guiar la construcción de este templo, ya que eso corresponde al interior de cada hermano. Cada uno debe renacer en sí, debe reconocerse como hombre-dios. ¡Este gran genio es fácil de entender; simplemente piensa por ti mismo!
Los hermanos se hacen dueños de su intención, los talleres vuelven a ser soberanos pertenezcan a una u otra “realidad-Masónica”, pues la Orden está por encima de ningún poder humano......
La entrada a los Talleres se hace por el solo reconocimiento (agradecimiento) de las palabras de paso, signos, toques y palabras sagradas. Los Templos no son secretos más; sino sacralizados, porque muestran los símbolos de la orden masónica.
Todo repite sus derechos y deberes, porque el gran dueño Venerable se coloca en el centro del círculo y no en lo alto del triángulo.
La jerarquía que aguijonea la ambición de los incapaces es reemplazada por la audacia caballeresca que respeta todas las vidas. Así sea desde ahora, porque es solamente, al primer grado en el que mis hermanos me reconocen como aprendiz masónico.
En otros términos, digo y grito a mis hermanos !! la evolución nos es ofrecida, por la capacidad del Gran Camerino que confunde los intereses universales de la orden, con las ventajas individuales de los dueños¡¡. Todo ha sido bien escrito en nuestros rituales, pero todavía hay que saber leer entre líneas el sentido (dirección) verdadero de las escrituras santas, y encontrar el significado de la vía hacia la liberación de cada alma masónica. Es decir las mismas que sabrá construirse más grande para toda la humanidad y, el equilibrio de los tres mundos y de los Universos.
Hoy, los Talleres se hace lo que son, bajo la conducta (conducto) de la confraternidad universal que nos ata (vincula). Vamos a hacer lo que debemos y que sea lo que Dios quiera.
Hoy, ningún gran dueño puede ser digno de guiar la construcción de este templo, ya que eso corresponde al interior de cada hermano. Cada uno debe renacer en sí, debe reconocerse como hombre-dios. ¡Este gran genio es fácil de entender; simplemente piensa por ti mismo!
Los hermanos se hacen dueños de su intención, los talleres vuelven a ser soberanos pertenezcan a una u otra “realidad-Masónica”, pues la Orden está por encima de ningún poder humano......
La entrada a los Talleres se hace por el solo reconocimiento (agradecimiento) de las palabras de paso, signos, toques y palabras sagradas. Los Templos no son secretos más; sino sacralizados, porque muestran los símbolos de la orden masónica.
Todo repite sus derechos y deberes, porque el gran dueño Venerable se coloca en el centro del círculo y no en lo alto del triángulo.
La jerarquía que aguijonea la ambición de los incapaces es reemplazada por la audacia caballeresca que respeta todas las vidas. Así sea desde ahora, porque es solamente, al primer grado en el que mis hermanos me reconocen como aprendiz masónico.
En otros términos, digo y grito a mis hermanos !! la evolución nos es ofrecida, por la capacidad del Gran Camerino que confunde los intereses universales de la orden, con las ventajas individuales de los dueños¡¡. Todo ha sido bien escrito en nuestros rituales, pero todavía hay que saber leer entre líneas el sentido (dirección) verdadero de las escrituras santas, y encontrar el significado de la vía hacia la liberación de cada alma masónica. Es decir las mismas que sabrá construirse más grande para toda la humanidad y, el equilibrio de los tres mundos y de los Universos.
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