sábado, 6 de marzo de 2010

EMPIEZA LA MAGIA






Pedir perdón, y aun concederlo, es reconocer que había culpa, falta de moral, malicia; y una vez que reconocemos que no hay tal, no hay lugar para el perdón. Perdonar es solo acentuar la discordia.
El perdón no existe, porque la ofensa no existe; y la ofensa no existe, porque no existe la intención. El único perdón verdadero es caer en la cuenta de que no hay nada que perdonar.
“No juzguéis”, “no resistáis”, “tampoco yo te condeno”, “puedes ir en paz”.
Cuando todas las culturas coinciden en algo, es que tienen algo especial que enseñarnos. Y la enseñanza de esta historia universal parece ser que no tenemos que tomar en serio nuestra vida, nuestras decisiones, nuestros fracasos, o, éxitos, ni siquiera nuestras caídas morales o nuestros piadosos meritos.
Sigamos haciendo lo que vamos haciendo, siempre con alegría y despreocupación, y todo saldrá bien al final.
El alma avezada en los caminos del espíritu ha de abandonar todo pensamiento y rechazarlo al fondo de la nube del olvido, si es que quiere llegar a penetrar en la nube del no-conocer que se extiende entre Dios y el hombre.
El silencio de la mente es el acto supremo de adoración del hombre a “Dios”, es decir a si mismo la oración ultima y la liturgia secreta del universo, que nos une a la fuente del ser con cada aliento que exhalamos y cada palabra que pronunciamos en nuestro compromiso diario con la vida.
En los ejercicios de meditación, estás en contacto con tigo mismo, es decir, estás en contacto con el Gran Arquitecto del Universo.
De nada sirve la meditación, si no aprovechamos para profundizar en nuestro sentido del Infinito.
MANTRA: formula de salvación. Recita tu MANTRA busca en el no cuerpo, de forma que la palabra-s que compongan este MANTRA, dé origen a la vibración primera. Da igual la vía mística que elijas, (Tolteca; Hinduista; Budista; Judeo-Cristiana; Mahometana…… ) lo importante es que no te sientas atado por la culpa, el miedo, u otro-s hechizos que te perturben con sus condicionamientos; para obtener (ellos) no se sabe que recompensa económica en este mundo-sueño, que les haga sentirse mas relajados, mientras sus propios adeptos (fieles..) se están muriendo de asco, (y de hambre) al volver sus miradas, a sus sillones de oropeles y sedas, con toda una cohorte de aduladores, que a su vez son adulados por otros, para demostrar no se que.
El yo no existe. El “Yo”, el “Ego”, “La Persona”, o, como quiera que se llame aquello que yo soy y represento, es pura ilusión sin realidad alguna. No que mi cuerpo y mi alma no existan; si que existen clara y rotundamente, fuera de toda duda, pero el sujeto, por detrás, o, por encima de de ese “alma-cuerpo” es pura imaginación, es una ficción de la mente, que es del todo gratuita, inútil, y dañosa. Ese imaginario yo es causa de todos nuestros problemas, y el deshacerse del es la liberación final. Así de sencillo. Yo como Yo no soy. Estoy tan acostumbrado a verme a mi mismo, como a mi mismo, que esto, no resulta fácil como comienzo. Primero, debemos entender con la mente el sentido exacto de esta proposición, y luego vendrá el paso mucho mas importante y mucho mas difícil, el de aceptarlo, asimilarlo, identificarlo, y entrar en esta verdad intima, y llevarla a la vida cotidiana.
Buda dijo un día: Estos son mis hijos, mi casa, mi tierra……esas son las palabras de un necio que no entiende que ni el mismo es suyo. Si el “mi” no añade nada cuando se usa con cualquier otra cosa, tampoco añade nada cuando se usa con uno mismo. Mi persona no quiere decir nada. “Yo mismo sencillamente no existo”.
Nos hemos metido en el salón de los espejos de la feria de “los yo”. Un laberinto sin salida. La cueva de las ilusiones. No hay manera de escapar de la trampa si no es eliminar de entrada el primer “Yo”.
La mente se ha inventado el primer “Yo”. Esto crea un dualismo que separa al “Yo” del alma. La espiral se pierde en las nubes. No hay manera de escapar del abrazo asfixiante de la espiral. Si cortamos su primer lazo, es decir, renunciar con decisión al sofisma del primer “Yo”.
Pero ¿quien disciplina a quien, quien niega a quien? Eterno motivo de vueltas y vueltas que hacen imposible todo progreso espiritual mientras no nos apeemos de él.
Cuando yo caiga en la cuenta de que no hay “Yo” y, en consecuencia, tampoco hay nada por lo que gloriarse ni de que preocuparse………..
Creer no es coleccionar certezas, sino ser capaz de dudar.
Atrapar el filo de la noche, caminando entre el Sol y las sombras, es encontrar el lugar donde se acaba la realidad y empieza la magia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario