viernes, 19 de febrero de 2010

EL A R T E


El arte espagírico penetra profundamente en la naturaleza del Adepto, hasta el punto de identificarse con él: es esto lo que no le permite confiarse sin reticencias. Él lo hará un día al que ha nacido espagirista. Pues, del mismo modo que el hábito solo no hace al médico, por emplear los términos de Paracelso, del mismo modo el verdadero espagirista lo es por vocación; ejerce su arte no para enri­quecerse, sino con todo su corazón y toda su alma.

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